Las garrapatas son parásitos externos, que se alimentan de la sangre de sus hospedadores, incluidas las personas.
Las garrapatas pueden ser transmisoras de varias enfermedades infecciosas:
Hoy os vamos a explicar una de las más frecuentes en nuestra región, la Babesiosis, también conocida como “Enfermedad de la garrapata”.
Se transmite a través de la saliva de las garrapatas, provocando una infección en los glóbulos rojos de los mamíferos y aparece principalmente en los meses cálidos aunque en Asturias, debido a las condiciones óptimas de temperatura y humedad, podemos encontrarlas durante todo el año. Por eso debemos estar muy alerta.
Infección
La infección se puede producir mediante:
- Transmisión por garrapatas.
- Transfusión de sangre.
- Ruta transplacentaria (de madres a hijos).
Las garrapatas deben alimentarse del hospedador, un mínimo de dos días para que pasen a la circulación sanguínea. El periodo de incubación promedio es de dos semanas, pero en algunos casos no son diagnosticadas hasta meses o incluso años después.
Las babesias infectan los glóbulos rojos del hospedador, causando destrucción de los mismos y provocando anemia.
La magnitud de los signos clínicos no depende del número de garrapatas que presenten. Se puede ver afectado cualquier animal sin importar su edad ni su raza.
En gatos hasta el momento solo c.felis fue detectado en EE.UU.
Signos clínicos
En que debemos fijarnos para intentar detectar la enfermedad:
- Notaremos a nuestras mascotas menos activas, sin apetito, con aumento de la temperatura, a veces vomitan, la orina tienen un color parecido al coñac, sus mucosas están pálidas, y las vemos más delgadas.
- Algunos animales portadores no tienen signos clínicos detectables.
Diagnóstico
Se necesita una analítica sanguínea completa, y análisis de orina.
El examen microscópico de una gota de sangre del paciente, puede proporcionar el diagnóstico definitivo. Se observan estructuras con forma de pera en el interior de los glóbulos rojos.
(Imagen tomada con un microscopio, se observan babesias de color morado más oscuro dentro del glóbulo rojo)
Tratamiento
Dependiendo de la gravedad de cada caso. Lo primero que debemos hacer si sospechamos de infección por garrapatas, es acudir a nuestro veterinario. Allí nos proporcionaran la información y el soporte adecuado. En ocasiones puede ser necesaria una transfusión sanguínea.
Control y prevención de las garrapatas en perros
Evitar las picaduras de la garrapata sigue siendo uno de los mejores controles de estas enfermedades.
- Es muy importante el uso de antiparasitarios adecuados. Tu veterinario puede ayudarte a elegir el mejor producto para cada caso, y las pautas de uso. Hoy en día existen multitud de formatos ya sean, pipetas, pastillas, collares, pulverizadores, etc. Evitar zonas de hierba alta, arbustos y terrenos abandonados, siempre es una buena opción para reducir los riesgos de contagio.
- En el hogar, es importante la limpieza y desinfección de zonas comunes, alfombras, camas y mantas.
¿Qué debemos hacer si encontramos una garrapata en nuestra mascota?
- Y más importante, ¡mantener la calma!
- Intentar desprender la garrapata. Normalmente se localizan en zonas donde la piel es más fina y el pelo corto, como la cabeza, hocico, orejas, axilas e ingles. Podemos ayudarnos con unas pinzas, sin provocar lesiones al animal. Un consejo es cubrir al parásito con aceite o alcohol durante unos segundos, esto nos ayudará a retirarla con más facilidad.
- En los días posteriores debemos fijarnos en:
- El color de la orina, si se asemeja al coñac.
- Si están más tristes, no quieren comer, o tienen fiebre.
En estos casos, debemos acudir al veterinario.
Mitos y leyendas
No debemos quemarlas con un cigarrillo, ¡esto únicamente va a servir para causar heridas a nuestra mascota!
Y si se nos queda parte de la cabeza dentro, no pasa nada, por esto no se van a reproducir, ni va a ponerse enfermo nuestro perro; esto último únicamente sucederá si hemos tenido la mala suerte de que la garrapata en cuestión sea portadora del parásito causante del problema, la babesia, pero no tiene nada que ver con cómo quitemos la garrapata.
Si al intentar retirarla ha quedado una parte en la piel, lo que tendremos que hacer simplemente es limpiar la herida y desinfectarla con Betadine.
En el Hospital Veterinario Nacho Menes colaboramos con el Departamento de Enfermedades Parasitarias de la Facultad de Veterinaria de Madrid en el estudio sobre la distribución y diagnóstico de otra patología transmitida por garrapatas, la Theileria annae, cuyos primeros casos ya han sido descritos en Asturias. Juntos trabajamos para mejorar la salud de nuestras mascotas.
